La Virgen María Corredentora del Genero Humano

Hay muchos escritores, filósofos, científicos, tales como Renán, Von Paulus, Strauss toda la escuela de Tubinga, Harnack, Fuerbach, enciclopedistas que pretenden, bajo un manto científico o histórico, enseñarnos que la Virgen no fue virgen, que la Virgen tuvo muchos hijos. Tales individuos, y sus aprovechados discípulos están bastante errados y equivocados. Si fueran realmente sabios e investigadores no podrían decir tales cosas. Investiguemos críticamente la historia, la cronología, la arqueología, pinturas, dibujos, murales de catacumbas, cementerios, monumentos. Consultemos toda la literatura de aquellos primitivos tiempos del cristianismo y sacaremos una conclusión: En todo ello no aparece para nada que la Virgen María haya tenido muchos hijos; todo lo contrario. Siempre se señala un solo hijo: Jesucristo. Todos estos filósofos dicen, pero no prueban. Inventan citas y lugares, pero que en lo verdaderamente científico no existen. Es un hecho histórico para negar o afirmar su valor, hay que ir a las fuentes, a los testigos mediatos o inmediatos del tiempo cuando sucedió tal hecho. Es muy fácil cubrir con una capa de cientifismo o filosofía una idea falsa, y llevar las almas al error.
Entre los santos se reserva un lugar único para la Madre de Dios, la Virgen María. El largo proceso de purificación e iluminación de la raza judía tan vivamente descriptos en el Antiguo Testamento alcanzó su culminación en la Theotokos. En ellas hallaron cumplimiento la fe y el heroísmo de muchas generaciones del pueblo elegido. Aceptó con humildad el reto de la Anunciación. Durante la vida de su hijo, permaneció en último término, pero presidió la asamblea de los Apóstoles el día de Pentecostés, cuando el nuevo período de la historia de la humanidad comenzó con el advenimiento del Espíritu Santo. "El alma de la piedad ortodoxa es una calurosa veneración a la Theotokos," escribe fray Bulgagov. Su nombre es constantemente invocado en las oraciones tanto litúrgicas como personales, pues se la ama, no sólo como Madre de Cristo, sino también como Madre de la humanidad, porque abraza en su caridad a toda la humanidad, de la que su Hijo es el único Redentor. Sus iconos se pueden ver en todas partes, los himnos y oraciones dirigidos a ella se utilizan universalmente, pero el Oriente cristiano se abstiene de dogmatizar en su favor, y en esto se descubre otra vez una diferencia entre la tradición latina y la bizantina, pues el Oriente cristiano no ha incluido entre sus dogmas los recientes dogmas marianos de Roma.
La Iglesia Cristiana Husita de Colombia acoge esos misterios que hacen parte inherente del crecimiento cristiano y la revelación [dogma] de maría como abogada, corredentora y mediadora de género humano es válida y va en consonancia con lo que dijo el reformador Martin Lutero:
“Una nueva mentira acerca de mí está circulando. De acuerdo a ella se supone que yo he predicado y escrito que María, la Madre de Dios, no fue virgen antes o después del nacimiento de Cristo...”
“María es la Madre de Jesús y Madre de todos nosotros aunque Cristo solamente fue quien reposó en su regazo...Si Él es nuestro, debiéramos estar en su lugar; ya que donde Él está debemos estar también nosotros y todo lo que Él tiene debe ser nuestro, y su madre es también nuestra madre. (Sermón, Navidad, 1529).
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